Una manta ignífuga en tu hogar puede marcar la diferencia.
Son muchos los llamados que recibimos los Bomberos para acudir a incendios domésticos que se han propagado y consumido el hogar, en su mayoría, provocado por incendios incipientes que tienen una solución rápida y eficaz.
¿Qué es una manta ignífuga?
Es un dispositivo de seguridad diseñado para extinguir incendios incipientes o pequeños.
Consiste en una lamina de material ignífugo que se coloca sobre el fuego con el fin de sofocarlo al impedir la llegada de oxigeno.
¿Cómo se utiliza?
Para que un fuego se desarrolle deben estar presentes los tres elementos del fuego: Calor, combustible y oxigeno.
Es por eso, que con la Manta Ignífuga Sepac, cortamos el suministro de oxigeno al fuego, poniendo fin al mismo.
La manta debe rodear completamente el objeto en llamas y tapar al máximo la superficie que arde.
Al usar una manta ignífuga, es importante protegerse las manos.
Puede utilizarse la misma manta envolviendo las manos en ella para protegerlas del calor mientras se aplica sobre o alrededor del fuego.
¿Por qué es importante tener una en casa?
Es un sistema de protección activa contra incendios de fácil y rápida actuación. Es efectiva ante cualquier tipo de fuego.
Bloquea el calor y actúa como protección al huir de un incendio. Puede cubrir a una persona cuya ropa esté en llamas y extinguirlas salvando de ese modo su vida.
La Manta Ignífuga Sepac debido a su ligereza puede ser utilizada por cualquier persona aunque sus capacidades físicas se encuentren limitadas.
Son económicas y solo tiene que ubicarlas en un sitio visible y de fácil acceso.
En caso de arder una sartén o freidora, es el sistema más seguro para apagar el fuego.
