El ocho es un dispositivo ideado inicialmente para realizar descensos en rappel, sin embargo las generaciones que lo acogieron con agrado fueron capaces de ir más allá y exprimir al máximo las posibilidades de este dispositivo.
Este sigue estando presente en el mundo vertical dado su versatilidad y robustez.
Como hemos indicado el ocho es el rey del rapel, todos los que hemos descendido en rapel en alguna ocasión hemos utilizado alguno con certeza.
Si bien, existen muchas variantes, el ocho chico sin proyecciones es un descensor tradicional, ampliamente utilizado en deportes de aventura como la escalada, el montañismo y el barranquismo, es ideal para rapelar cuerdas simples de menor diámetro.
El ocho Huit Antibrulure de Petzl no se despega de estas características. Es una versión adonizada del Huit con proteccion antiquemaduras para coger el descensor sin riesgo de quemarte tras un descenso largo o rápido.
Posee una forma cuadrada para reducir el rizado de las cuerdas y la formación del nudo Alondra.
El orificio pequeño permite utilizar el descensor con una cuerda fina o como placa de freno de seguro.
